Nunca como la primera vez

Poco a poco descubrí que lo que decían mis antepasados era muy sabio. En vida de ellos mi ímpetu aplastaba sus sabias frases. Mientras, ellos, con mayúscula tranquilidad, solo confiaban en esa razón que solo el tiempo da. Pues he ahí que esta es una de esas ocasiones en la que tanto me acuerdo de ellos. No crean que tiene demasiado misterio, simplemente me refiero al redicho refran de que "TODO EL MUNDO TIENE UN PRECIO". Pues sí. Y el precio se trata de 100, 100 puercos y asquerosas euros. Quizá por influencia de los más que extendidos todo a 100, quizá por influencia del todo a 100 del párroco local, quizá por ser un número bello y fácil de pronunciar para quien destaca por sus "ces" entre un rebaño de "eses" mucho más preparadas que él. Donde coño fue a parar la dignidad de los favores devueltos. Tantos te hicimos, pedazo de cocodrico con boca. ¿Ya no los recuerdas? "No es por ná, pero yo prefiero que seais vosotros", "perdona que me haya emocionado pero tenía que cumplir con él", "a mí me gustaría hacerlo", y tantas tantas más. Mientras tú jugabas a dos aguas marcadas desde el oficialismo pagante nosotros respetamos tus preguntas insulsas.
Y después de todo para qué. Ya sabíamos que se valía poco, pero ¿todo a 100? Joder, como está la cosa.