Nunca como la primera vez

"A Media Edad,...aún quedan finales felices". ¿Alguien dudaba de ello? No sé, pero no quiero llevarlos a terrenos farragosos sino a otros mucho más nobles. Y es que bajo el citado título se nos presentaba el pasado viernes 20 de Junio, todo un montaje musical-teatral, llevado a cabo por el Colegio El Tejar de Fuengirola. Casi 700 niños, más de 40 profesores, más de 40 voluntarios de la Asociación de Padres y Madres de Alumnos, profesorado de las Actividades Extraescolares, personal del Ayuntamiento de Fuengirola y la Cruz Roja, eran los encargados de conseguir que Juana (en homenaje a Juana la Beltraneja) consiguiera reinar, allá por el año 1486, en el supuesto reino de Fuengirola.

Para esta obra, la practica totalidad del colegio se vio transformado en un Castillo medieval, el Castillo de Sohail (existente en la localidad) con sus torres, murallas, banderolas, antorchas con fuego real, miles de velas, patio de caballos, patio de exposiciones, patio real, maquetas de animales, carrozas, material de labranza y pesca antiguo, maquetas gigantes de reyes (más de 4 metros), caballos reales, etc. Casi 4 meses de trabajo previo: escritura y diseño de todas las escenas y diálogos, preparación de todos los decorados, preparación de todo el vestuario, preparación de todas las músicas, visionado de películas en grupos de clases, trabajos de investigación usando recursos TIC (caza del tesoro, webquest), etc, se concretaron en 3 días de montaje donde padres, madres, profesores y niños consiguieron cambiar la cara completamente al colegio. Así pudimos viajar en el tiempo durante más de 2 horas a partir de las 9 de la noche, coincidiendo con una noche de luna llena.

Con argumento de autoría propia, los niños y niñas de este colegio (desde 3 hasta 12 años) desplegaron con absoluta corrección la trama argumental en la que los Reyes D. Pedro y Dña. Leonor (en homenaje a Leonor de Osorio, tumba real existente en el Castillo de Fuengirola) tienen una única hija descendiente al trono, la princesa Juana (en recuerdo a Juana la Beltraneja), y luchan por el derecho que su hija, como mujer, tiene en la sucesión al reino. Don Alfonso (recuerdo del personaje histórico del infante D. Alfonso, hermano de Enrique IV, padre de Juana la Beltraneja), enfrentaba sus ejércitos con los de D. Pedro; Al-Mutamid (rey que conservó Sevilla gracias a una partida de ajedrez) retaba a ambos reyes en el tablero; bufones reales nos deleitaban con música-humor-malabares en directo; trovadores mostraban su sabiduría; brujos y brujas hacían de las suyas con hechizos; cortesanos celebraban el nacimiento con sus más refinados bailes; agricultores-ganaderos-pescadores ofrecían el producto de la tierra a los reyes y hasta los arqueros reales realizaban salvas de honor.

Con deleite los niños y niñas pasaban desde danzas populares medievales a grandes músicas como la Carmina Burana de Carl Orff, desde Bandas Sonoras de películas como Robin Hood, Srek, los puentes de Madison, El señor de los anillos, Excalibur, hasta romances de la época, desde versiones magistrales como todas las de Jordi Savall hasta grabaciones propias hechas con los niños en clase, desde el We Will Rock You de Queen hasta El último Mohicano o El Aprendiz de Brujo de Paul Dukas, por no citar la Fiesta Pagana de El mago de Oz o la danza del Hada Peladilla de Tchaikovsky. Y todo ello bailando, haciendo expresión corporal, ejecutando juegos deportivos, realizando diferentes teatros dialogados, reproduciendo partidas de ajedrez humano, recitando colectivamente, cantando a coro, etc.

En definitiva un trabajo complejo y laborioso, pero lleno de contenido curricular para los niños y niñas, lleno de significado histórico y lingüístico, lleno de conocimiento musical, lleno de sensibilización estética, y lleno de ilusión para todos.

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